Alejandro Carballo ha participado en el desayuno que el Ayuntamiento ha ofrecido al grupo de 15 niños bielorrusos afectados por el desastre nuclear de Chernobyl, que pasan el verano en Málaga para mejorar sus precarias condiciones de salud. Estos menores proceden de la región de Rechissa y Gomel, situada en la República de Belarús; es la zona más contaminada del país, ya que se encuentra a unos 50 kilómetros de Chernobyl. Tras una estancia de dos meses en la ciudad, regresan a su país con unos niveles de radio nucleidos más bajos en su organismo y con las defensas lo suficientemente altas como para afrontar un año más las adversidades ambientales que sufren en sus hogares.
