1. Ciudadanos tiene un proyecto para esos suelos, un proyecto que busca el mayor parque al menor precio, sin el gran coste de tener que indemnizar a la SAREB, el Banco Malo, y aprovechando toda la gran pastilla situada al sur del bulevar sobre las vías del tren. Este proyecto se mantiene vivo y puede ser elevado si se consulta a los vecinos. En nuestro proyecto, el Ayuntamiento podría renunciar a sus derechos de edificabilidad.
2. Hay un acuerdo plenario unánime que apuesta por la consulta y es el único método hoy por hoy de ‘desempate’. Eso sí, siempre matizamos que no es una herramienta de la que haya que abusar en absoluto, puesto que los representantes públicos son elegidos para tomar decisiones. En el caso, por ejemplo, del Astoria, la peatonalización de la Alameda o el hotel en el dique de Levante no la vemos necesaria.
3. Sólo ante las dudas que puso el secretario del Ayuntamiento sobre la consulta, Ciudadanos empezó una negociación con el equipo de gobierno con la obsesión de desbloquear la actuación en estos suelos que llevan décadas esperando una solución. Pero, tras dos reuniones, el alcalde desautorizó a sus propios concejales y ha dejado claro que quiere sus cuatro torres sí o sí. Negociar es ceder por ambas partes y eso no se va a producir por parte del regidor. Ciudadanos, en cambio, sí se mostró pragmático y puso sobre la mesa una reducción notable de la edificabilidad aún a costa de renunciar a parte de la idiosincrasia de la ordenación que prefiere para estos suelos.
4. El informe de interventor, un documento ‘secuestrado’ dos meses por el equipo de gobierno, deja claro que la consulta es viable, dado que no afecta a la hacienda pública.
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