Saben que una de las prioridades políticas que desde Ciudadanos nos hemos fijado para este mandato es el Plan Especial del Monte Gibralfaro. Gracias a nuestro empuje pudo ser aprobado en el verano de 2015 y ahora están a punto de salir a concurso actuaciones importantes en senderos, jardines, áreas recreativas, desbroces… Del mismo modo, la obra de la pasarela de la Alcazaba, construida con Fondos del Plan Zapatero e inexplicablemente cerrada, empezará a restaurarse en enero, de nuevo como respuesta a una exigencia de nuestro grupo político.
Son pequeños pasos hacia el gran objetivo de abordar este Plan Especial estimado en 28 millones. Un plan que debe realzar por su valor histórico-patrimonial y ambiental este monte que está en el corazón de los malagueños. Y, a su vez, es un plan que debe restaurar urbanísticamente las faldas y servir como punto de partida a un corredor verde que se dirige hacia Monte Victoria y, posteriormente, al Parque Natural de los Montes de Málaga.
En estos días, he podido conocer más en profundidad y en boca de los técnicos las diferentes apuestas de esta intervención. Es cuestión de semanas que pueda iniciarse el proyecto constructivo que estará listo en primavera y del que extraeremos, ya con exactitud, fases e importes económicos.
Es atractivo todo lo que tiene que ver con miradores, con restauración de la cubierta vegetal, con permitir una mejor visión de las murallas, con intervenir en Campos Elíseos y Cañada de los Ingleses…
Me he enamorado especialmente del paseo que conectará Mundo Nuevo con calle Agua y que permitirá pasar por una necrópolis fenicia (que se añade a otra romana que hay en este ámbito de actuación) y culminar en las dos únicas mezquitas funerarias que hay en nuestro país, sitas en Calle Agua, número 22.
Es fundamental trabajar en puntos de acceso al monte, que sea apetecible, accesible, abordable desde diferentes procedencias. Hay, por ejemplo, un posible acceso desde lo más alto de la calle Ferrándiz que puede ser interesante.
En definitiva, Gibralfaro, pulmón, corazón y alma de Málaga, irá experimentando avances sustanciales de aquí y hasta el final del mandato. Esperemos la colaboración de la Consejería de Cultura de la Junta, que es la que debe ir dando los vistos buenos a cada intervención en este entorno protegido.
Artículo publicado por Juan Cassá en Viva Málaga el martes 20 de diciembre de 2016