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Es una alegría sincera que Málaga acreciente su prestigio a pasos de gigante. Eventos como el de ayer, esa cumbre bilateral España-Francia, contribuyen sin lugar a dudas a un posicionamiento internacional al alza. Gran parte del foco estuvo ayer en activar estrategias contra el populismo, ese populismo que desde Ciudadanos queremos combatir a toda costa. En el Ayuntamiento, también. Porque va en contra de ese sello que queremos afianzar, de esa Málaga como lugar para invertir. Y para vivir.

Son la estabilidad, el rigor y en sentido común los mejores aliados para atraer inversiones y aportar seguridad jurídica. Tenemos que ahondar en la moderación fiscal (llevamos 22 millones de bajada de impuestos en 2 años gracias a nuestras negociaciones con el equipo de gobierno) y en la simplificación de normativas. Y aquí es donde el populismo se convierte en un gran enemigo porque la aplicación de estas estrategias no puede ser sólo una cuestión de Málaga, sino también de Andalucía y España.

Especial preocupación me produce dicho exceso de burocracia y normativa. Lo estamos viendo, por ejemplo, con el hotel del dique de Levante o el proyecto de centro comercial para el muelle 4. Ambos, con avales depositados por valor de 2,8 millones. Corremos el riesgo de espantar al inversor con trámites que se demoran años en vez de tender a informes únicos, por ejemplo, para grandes proyectos. Se tienen que pronunciar, con frecuencia, numerosas administraciones e instancias, que no es raro que incurran en contradicciones entre sí y que, además, procuran una maraña normativa muy poco apetecible para quien quiere arriesgar su dinero y crear riqueza. Ya llevamos una moción en este sentido hace unos meses. Urge refundir normas y trámites. Urge poner las cosas fáciles a quien quiere emprender.

Un buen marco fiscal, unos trámites sencillos, una buena política de captación y promoción, unidos al clima y a las infraestructuras estratégicas por tierra, mar y aire, convierten a Málaga en un lugar imbatible. No sólo para las grandes empresas, sino también para el pequeño emprendedor que, debido a las nuevas tecnologías, hoy puede decidir vivir donde quiera.

Artículo publicado por Juan Cassá en Viva Málaga, el martes 21 de febrero de 2017