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#SíAlHotelDelPuerto, #MálagaNoSePara, #PlusvalíasLasJustas, #LimasaPrivadaYa… En nuestra acción política en el Ayuntamiento nos hemos propuesto lanzar mensajes claros. Es la hora de abandonar los complejos y huir de esa Málaga que se ahoga en debates pseudotécnicos y pseudopolíticos. Que si el metro, mejor con tuneladora que con pantallas; que si un parque debía ser metropolitano y no periurbano; que si equis metros por segundo en un cauce; que si hay que mover la estatua del Marqués para semipeatonalizar la Alameda; que si tal laudo…

Todas esas cuestiones tienen una importancia trascendental pero necesariamente han de estar condicionadas a la decisión política. La política debe mandar claros mensajes a los técnicos para que éstos adopten las soluciones y que, de nuevo, sea la política la que decida su oportunidad y si merecen su coste.

Es la hora de la política. Ser político es negociar y no ir siempre a máximos porque eso es bloqueo. Es la hora de Málaga, como dijera alguno y no lo cumplió hace muchos años. Y en ese marco nos movemos en Cs. Cada acuerdo exigente es un potente reclamo de Málaga como ciudad para invertir. Por eso ayer tarde dimos el sí a los presupuestos a cambio de 73 propuestas valoradas en 25 millones. ¿O es que queremos anteponer las siglas de nuestro partido al avance de la ciudad? Nosotros, no (#MálagaNoSePara).

Es la hora del Monte Gibralfaro. Y ya está bien de apelar a fondos europeos y a otros enredos. Es la hora de semipeatonalizar la Alameda. Y ya decidirán los técnicos dónde ubicar las paradas de autobús o la extracción de gases de un parking. Es la hora de seguir reforestando nuestros montes para ponerle frenos al agua. Es la hora del Benítez. Y de Arraijanal.

Es la hora, de privatizar y dividir Limasa. Pero vamos tarde. Las decisiones políticas no pueden contentar a todos. Ser político es optar. ¿O es que todo el mundo está de acuerdo en destinar dinero público a intentar lograr el sacrificio cero en la ciudad?, ¿o es que todos quieren un hotel rascacielos en el Puerto?, ¿todo el mundo quiere quitar la plusvalía cuando la venta es a pérdidas? Ya me consta que no, pero en esos y otros empeños seguiremos. Porque, es la hora de tantas cosas…

Artículo publicado por Juan Cassá en Viva Málaga el martes 13 de marzo de 2016