El alcalde y el PP han decidido que hay que sumarle al recibo de Emasa un canon para pagar obras en materia de abastecimiento, depuración y defensa contra las inundaciones. El canon se suma al que nos cobra la Junta de Andalucía a través del recibo del agua para construir depuradoras. Hasta ahora hemos sabido por una respuesta que el Gobierno andaluz nos ha cobrado en seis años 38,7 millones a los malagueños. ¿En qué se ha traducido la inversión? En casi nada.

Desde luego, Ciudadanos usaremos la llave para negar un nuevo canon, más aun a la vista del fracaso del primero. Basta de meter la mano en el bolsillo al contribuyente. ¿Es cierto que Málaga necesita estas obras hidráulicas? Como el comer. Pero hay muchas formas de financiarlas vía presupuestos. No hay que ser muy creativo. Para empezar, cabe subrayar que Emasa tiene una deuda de 154 millones de euros. Es bastante duro pensar en un impuesto para los ciudadanos, que, desde luego, no han contribuido a esa deuda.

En estos días, De la Torre ha decidido pedirle a la Junta el Convento de la Trinidad ante los crónicos incumplimientos del Ejecutivo regional con este histórico edificio. Queremos para Málaga otro edificio para no saber muy bien qué hacer en él en lugar de apretar para que la Administración competente actúe. Y, a cambio, nos ofrecemos para colmo a mantener las carreteras de competencia regional.

También se ha interesado el Ayuntamiento por comprar el edificio militar de la Farola en la línea del día que a alguien se le ocurrió gastar 21 millones de dinero público en comprar el Astoria. Todo se suma al pozo sin fondo de Tabacalera y a otra serie de fiascos que merman la capacidad inversora y que hacen ahora que haya que plantearse subir impuestos.

Todos los años, por otra parte, invertimos una millonada en VPO liberando de esa política a quien tiene esa obligación, que es la Junta de Andalucía, lo mismo que con los ascensores.

Prosigo recordando que tenemos unos 160 millones de euros fruto de convenios urbanísticos por cobrar, según pública la prensa en estos días.

En definitiva, que lo fácil es intentar lanzarse al bolsillo del malagueño. Pero, como verán, margen para construir las obras hidráulicas que Málaga necesita hay mucho. 

Artículo publicado por Juan Cassá en Viva Málaga, el martes, 19 de septiembre de 2017