Un buen puñado de medidas de las que exigimos para aprobar los presupuestos de Málaga tiene un marcado carácter social. Es para mí una satisfacción cada pequeña intervención que puede cambiar y mejorar la vida de personas que lo necesitan. Este año, Ciudadanos ha conseguido incluir en las cuentas 60 medidas, que tienen un impacto que ronda los 18 millones de euros. Las grandes cifras tienen que ver, como es lógico, con las grandes actuaciones (Plan Especial Gibralfaro, semipeatonalización de La Alameda …)

Sin embargo, hay cifras menos llamativas de las que me siento muy orgulloso. Este año, por ejemplo, nos hemos propuesto actualizar la ordenanza de accesibilidad, que buena falta hace en una Málaga que un día fue pionera en esta materia pero que ahora se está quedando atrás. Esta medida no tiene un coste asignado pero los avances que puede traer consigo son evidentes.

Estoy muy satisfecho de que este año hayamos cerrado una partida de 150.000 euros nada menos para la contratación de personas con alguna discapacidad intelectual en puestos concretos del Ayuntamiento y las empresas públicas. Fue una medida que trajimos de la mano de la Fundación Champagnat y Down Málaga y que entendemos de profunda justicia.

Por supuesto que vamos a seguir trabajando en esa red de 12 economatos, a los que a nosotros nos gusta llamar supermercados solidarios. En ellos, las familias que lo están pasando mal y que no se han levantado de la crisis pueden hacer la compra por debajo de coste. Hay 300.000 euros para estas políticas pioneras.

Como también hay 58.250 euros para apoyo escolar en los distritos, para esas asociaciones como Altamar, Nena Paine y tantas otras que realizan un trabajo espectacular con chavales a los que la vida y sus entornos no se lo pone nada fácil.

En materia social hemos incorporado 50.000 euros para planes de empleabilidad para mayores de 55 años, un colectivo que pese a la experiencia atesorada lo tiene muy difícil; 87.500 para políticas encaminadas a luchar contra la violencia de género; 3.000 para campañas contra el acoso escolar; 28.000 para continuar implantando un plan de pictogramas en instalaciones públicas para personas con autismo, o 3.000 euros para ayudar a familias con hijos con dislexia.

Es la prueba que desde lo cercano, desde lo local, podemos hacer mucho por mejorar las cosas. Pensando en global y actuando en local se consigue mucho.

Artículo publicado por Juan Cassá en Viva Málaga, el martes 8 de mayo de 2018