El último bandazo del alcalde con respecto a Limasa refleja un modo de tomar decisiones (o de no tomarlas) antagónico al de Ciudadanos. Ahora, se desdice  y anuncia que la quiere hacer pública. El PP defendió la privatización; después el alcalde le echó un pulso a su partido y la quería hacer pública; después optó por un modelo híbrido cuando le exigimos que tomara una decisión, y, ahora, pública otra vez. Cs ha propuesto siempre una Limasa privada y dividida por sectores y servicios en la que se acometan urgentes inversiones en mecanización y tecnología. Un modelo privado permitiría incorporar nuevos sistemas, mejorar la organización del trabajo, abordar con especialización mercados, playas o polígonos… Y, si se hace un buen pliego y un buen contrato, apretar a los contratistas para descontarles de la factura aquello que se ha hecho mal.

Limasa III es la mayor mancha en la gestión de De la Torre. Pero tras 16 años hemos entrado en una prórroga carísima. Hace años que no se realizan inversiones. Los privados se lavaron las manos hace tiempo. Y todo porque, esto es de nota, en una empresa de capital mayoritario privado es el alcalde quien toma las decisiones laborales y estratégicas.

Tras  una comisión de investigación en la que llegamos a ir a la Fiscalía para denunciar posibles enchufes por parte de partidos políticos, exigimos a De la Torre que tomara de una vez  una decisión para aprobar los presupuestos de 2018. Y se sacó de la chistera el híbrido que ahora él mismo desacredita. No era nuestra opción pero entendemos que con tres concejales no podemos imponer nuestra fórmula. Es más, pensamos que a los malagueños lo que les importa es que la ciudad esté limpia y no el modelo de gestión. Y Málaga está muy sucia.

Aceptaremos que somos el único partido que quería una Limasa externalizada. Votaremos en contra pero arrimaremos el hombro desde el minuto uno con lealtad. Pero anotamos lo poco que ha valido la palabra de De la Torre con Cs.

Y ojo que el asunto no pasa de un anuncio. Porque el alcalde quiere que los trabajadores renuncien a derechos que les han reconocido los tribunales. Me temo que no hay nada encarrilado. Enredos. Líos. Curvas. Desvíos. Ciudadanos, desde luego, proponemos una forma de gestionar más pragmática, ejecutiva y valiente. Ese cambio generacional tranquilo que Málaga necesita.

Artículo publicado por Juan Cassá en Viva Málaga, el martes 26 de junio de 2018