Artículo publicado en Viva Málaga el martes 22 de marzo de 2016

Málaga ya tiene aprobados sus presupuestos. Son unas cuentas que nos parecen correctas. A grandes rasgos, redoblan los esfuerzos sobre políticas sociales (82 millones de euros) y reservan partidas notables para la innovación (35 millones) y el medio ambiente (177 millones). Los presupuestos se apoyan en una bajada global de 10 millones en impuestos fruto de nuestro acuerdo de investidura. También, se devuelve a los funcionarios públicos parte del esfuerzo realizado durante la crisis con la paga extra y, por primera vez en años, se rebaja la deuda por debajo del 100%.

Ciudadanos votó sí porque el marco es razonablemente bueno y porque, a diferencia del resto de partidos de la oposición, pensamos que la que no gana nada en una situación de bloqueo es Málaga. Hemos preferido poner nuestro ‘sello naranja’ en partidas que alcanzan un monto de 16 millones y de la que ya les he hablado alguna vez.

Pero aprobar no significa aplaudir. La eterna disputa institucional entre Ayuntamiento y Junta ha sumido a la ciudad en cierto aburrimiento que se traslada a los presupuestos de ambos. Parece que el alcalde está cómodo en esta confrontación y que la Junta, ausente de Málaga, tiene la coartada perfecta.

Falta ambición para que Málaga despegue como merece. Bien podríamos contar con mayores partidas si no hubiéramos enterrado 21 millones en comprar el viejo Astoria ó 40 en la intervención en Tabacalera, museo de las gemas incluido. Es verdad que sigue habiendo margen para obtener más recursos. De hecho, este año, gracias a las medidas exigidas por Ciudadanos en la investidura, se han fusionado seis organismos municipales y se ha bajado en casi 2 millones los sueldos de directivos y gerentes. Y la Casona tiene mucho margen de adelgazamiento.

Daremos por bueno el arranque este año de las actuaciones en el Guadalmedina, Campamento Benítez y Gibralfaro si se refrendan en 2017 con presupuestos al alza. Ojalá entonces se empiecen a vislumbrar el desbloqueo de los Baños del Carmen, la reforma del Paseo Marítimo de Pedregalejo, el de la Térmica, el bosque en los terrenos de Repsol… Ojalá también unos presupuestos en los que  no nos parezca caro porque el servicio es impecable.