Mover ficha en política es abrir oportunidades al diálogo y a la negociación. Mover ficha puede ser la diferencia entre la esperanza o el hastío. Bien se puede aplicar esto a los terrenos de Repsol, que llevan dos décadas siendo un descampado infame para desesperación de los vecinos. Ahora, al menos, se dan las condiciones para que el proyecto de un gran parque dé por fin pasos en firme. Esta misma semana dos empresas (Ramboll y Smarting) han comenzado a profundizar en los estudios sobre la contaminación de los suelos para analizar las actuaciones preceptivas antes de abordar el proyecto de un gran parque de 128.459 metros cuadrados.

¿Y qué es lo que ha cambiado para que se den estos avances? Sencillamente un nuevo enfoque tras las negociaciones que Ciudadanos llevó a cabo con el equipo de gobierno. ¿Y en qué consiste este cambio de enfoque? Pues, ni más ni menos en que se aparca el debate de las torres y se prioriza el parque, que, además, pasa de los 79.886 metros cuadrados inicialmente previstos a casi 130.000.

En nuestras frecuentes visitas a los distritos de Cruz de Humilladero y Carretera de Cádiz detectamos que la mayor parte de los vecinos quieren que se actúe, quieren progreso y no abandono. Y por eso decidimos que este proyecto se convirtiera en línea naranja, en exigencia para sentarnos a negociar los presupuestos (junto con el Plan del Monte Gibralfaro, el conflicto de Bomberos y la decisión sobre el futuro de Limasa). Entendemos que tenemos la llave del Ayuntamiento para usarla con responsabilidad. No damos cheques en blanco, pero buscamos la estabilidad. Fiscalizamos, pero también proponemos. Puede que descoloque, pero funciona.

Primer movimiento de ficha

Cuando llegamos al Ayuntamiento vimos dos posturas antagónicas y de bloqueo. Por un lado, el PP, quería a toda costa sacrificar metros cuadrados de zonas verdes y sí o sí acometer las cuatro torres dibujadas. Por otro, los partidos de la izquierda apostaban por una zona verde en toda la parcela. Esto, de entrada, es imposible puesto que los terrenos están divididos por el futuro bulevar sobre las vías del AVE (no se soterró el tren para no acometer esta arteria, aún sin iniciar). Y eso resta no menos de 20.000 metros sobre el total. Además, esta idea conllevaba una inversión insostenible para las arcas municipales (algunos técnicos la cifraban en unos 80 millones de euros). ¿Y por qué? Porque hay que compensar a la Sareb, al banco malo, que tiene derechos adquiridos sobre el equivalente a una torre, más allá de que el Consistorio renuncie a sus opciones sobre las otras tres.

El mayor parque al menor precio y segundo movimiento

Ciudadanos, en cambio, siempre pensó que la mejor opción era la resultante de aplicar el principio del mayor parque al menor precio (unas 8 veces más barato que todo verde sin edificios). Y con esa voluntad presentamos un proyecto en el que concentrábamos toda la edificabilidad al norte de las vías y dejábamos el  pulmón para la parcela más grande. Vimos que era una opción ideal para tender puentes, para buscar un punto de encuentro entre ambas posturas. No fue posible. Nadie se movió. Sólo Cs.

Fue un primer movimiento de ficha. Pero mi equipo no se dio por vencido. Y decidimos modificar nuestra idea porque suponía cambiar el PGOU y eso llevaría unos cuantos años. En este contexto lanzamos el guante al equipo de gobierno: logremos el mayor parque posible, hagámoslo lo primero y esperemos sin cambiar el planeamiento a dentro de unos años a ver qué pasa con las torres. No nos olvidemos de que nadie se ha interesado por comprarlas.

Nuestro compromiso es llevar a cabo todos los trámites (aprobación de proyecto de urbanización incluida) para tratar de sacar a concurso el parque antes de que acabe el mandato. No sobra el tiempo, pero creemos que es posible y que los vecinos de estos distritos tan densamente poblados se merecen tener el que va  a ser el mayor parque de la ciudad. En el proyecto, además, se reservan 5.537 metros cuadrado para equipamientos y sólo 25.596 se ocuparan con edificaciones (14% del total); esto es, para viviendas protegidas, comerciales y residencial libre y oficinas.

¿Qué ha conseguido Ciudadanos? Seguridad para los vecinos, que contarán con un gran pulmón verde. Seguridad para los inversores (de manera que también será más fácil que asuman el coste del parque, aunque en todo caso el Ayuntamiento ofrece esa seguridad). Es una buena noticia para la ciudad y para estos distritos. Y hay a quienes prefieren las malas noticias, el ‘cuanto peor, mejor’, el ‘no es no’ y quedarse en comentaristas de lo que hacemos los demás. Pues la política ha cambiado, no hay mayorías absolutas y sólo la negociación se abre camino.

Tribuna publicada por Juan Cassá en Diario Sur, el jueves 18 de enero de 2018