Ciudadanos propone que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento firmen un convenio para la limpieza y el mantenimiento de los cauces y arroyos de Málaga y presentará una moción al próximo pleno instando a ambas administraciones a recuperar la senda del diálogo institucional, a que aparquen la batalla judicial por el mantenimiento de estos espacios y pongan en marcha un plan de actuaciones.

“Los malagueños merecen tener los cauces de los ríos limpios y poco les importa quién sea el que los mantiene, nuestros vecinos merecen no escuchar el ruido permanente del fuego cruzado entre administraciones, deben aparcar esta insoportable batalla y dejar de poner excusas sobre las competencias”, denunció el portavoz Juan Cassá.

La iniciativa surge tras la reciente sentencia del Tribunal Supremo que dictamina que corresponden al Consistorio las competencias de limpieza y conservación de los arroyos en su discurrir por Málaga capital, al entender que es el Ayuntamiento el competente en materia de planteamiento, gestión, ejecución y disciplina urbanística. Una resolución que “tumba” el fallo anterior, de 2015 que consideraba que el Ayuntamiento sólo era responsable de recoger los residuos sólidos urbanos acumulados en los cauces y que la Junta, por el contrario, era la señalada para desbrozar, eliminar la tierra y vegetación y demás labores relacionadas con la gestión hidráulica.

“Cada vez que Junta o Ayuntamiento van a los tribunales a reclamarle al otro es un gran fracaso de la política, esto tiene que acabar. Hasta el año 2012, con altibajos, había acuerdos entre ambas administraciones”, recordó el portavoz, que compareció junto a la vocal del Distrito Centro, María Jesús Palacios.

La formación naranja quiere así poner el foco en la necesidad de abandonar la litigiosidad entre administraciones para anteponer el diálogo y la política, habida cuenta de la peculiar situación que padece la capital. La gran paradoja de Málaga es que pertenece a una cuenca deficitaria y, a pesar de ello, acusa episodios de inundaciones debido a los procesos de desertización del suelo; las fuertes pendientes cercanas al mar; la insuficiencia clamorosa de infraestructuras; el mal mantenimiento de los cauces y, en determinados casos, el desorden urbanístico.

“La conservación de los arroyos es una polémica recurrente y una queja vecinal de cada temporada de lluvias. No hace falta recordar el riesgo que comportan las conocidas como ‘gotas frías’”, apuntó Palacios, que recordó que la ciudad de Málaga cuenta con tres cuencas distintas entre las que se reparten los 90 arroyos: hay 38 cauces en el Guadalhoce; 28 en la zona Este, y 24 en el Guadalmedina.

Para Ciudadanos Málaga, la fragmentación y dispersión de competencias en nuestro país se ha constituido en un gran problema, como demuestra el caso de los cauces de los arroyos. Pero hay muchos más que lo evidencian. Por ejemplo, en una misma playa es el Ayuntamiento quien interviene en la limpieza de arena; es el Gobierno Central quien la regenera o construye espigones, o es la Junta la responsable de los sólidos flotantes. La parcelación excesiva acarrea este tipo de problemas. A juicio de la formación, los ciudadanos no entienden de competencias, sino de resolución de problemas, lo que demuestra que la negociación y la política con mayúsculas se hacen imprescindibles.