Hoy mismo empezaremos una campaña en redes para divulgar la iniciativa Málaga Byte (www.malagabyte.es). Es un plan educativo pionero en España que está aquí para quedarse y crecer. Ayer presentamos la segunda edición, junto al concejal de Nuevas Tecnologías, Mario Cortés, y al responsable de la iniciativa y representantes de los ingenieros técnicos en Telecomunicaciones, Juan Luis Cruz. Este año, más talleres, más niños, más profesores y un especial énfasis en las vocaciones científicas, sobre todo entre las mujeres.

Málaga Byte tiene una importante carga simbólica, puesto que su presupuesto parte del que originalmente tenía Málaga Valley, cuyo enfoque desde lo público siempre cuestionamos desde Ciudadanos. Dudábamos de la utilidad real de aquellas reuniones o al menos de la utilidad de confinanciarlas. Ni siquiera la marca estaba registrada a nombre del Ayuntamiento. Así que hicimos nuestro el manifiesto Málaga Code, que reivindicaba formación en robótica e informática para nuestros chavales, y lo convertimos primero en moción y después en negociación presupuestaria.

Málaga Byte es el ejemplo de cómo un Ayuntamiento puede ser pionero en materia educativa. El ejemplo de cómo desde lo cercano podemos trabajar para preparar a nuestros chavales para las profesiones del futuro, cuya gran mayoría desconocemos hoy. Es un esfuerzo a largo plazo. En el caso de las niñas, que eligen mucho menos las carreras científicas que los chicos, habrá un evento especial el próximo 10 de febrero en el Polo Digital y se plantean algunas más durante este curso.

Málaga Byte formó a 10.300 chavales malagueños el curso pasado. Este año se espera superar los 11.000. Implicar a los profesores también es clave en todo esto. Este año el número de talleres para ellos pasa de 7 a 9. Y también crecen de 96 a 116 los colegios participantes. En todos los distritos y sin coste para los padres.

La inversión en educación es la más rentable: siempre revierte en la sociedad. En Ciudadanos tenemos claro que vamos a seguir apoyando este tipo de acciones porque se orientan a esa Málaga tecnológica que todos queremos. Y para esa Málaga del futuro que queremos ganar es clave trabajar desde la base. Estos 175.000 euros para programación y robótica valen su peso en oro. 

Artículo publicado por Juan Cassá en Viva Málaga, el martes 23 de enero de 2018