Ayer conseguimos el apoyo de la Comisión de Cultura del Ayuntamiento para que Málaga se mueva para organizar en el futuro alguna de las galas de los Premios Goya. Sobran los motivos que justifican esta petición, que huye de localismos. Lo digo porque el alcalde enseguida se lanzó, cómo no, al barro del agravio y del frentismo con la Junta (que, en este caso, nada tiene que ver) en vez de haber dado un paso en firme, como ahora propone Ciudadanos.

Málaga merece albergar una gala de estos premios tan sonados que se celebran desde 1987 y que sólo una vez han salido de Madrid para celebrarse en Barcelona. El año que  viene la cita será en Sevilla y la Academia parece haber mostrado su interés en que el evento sea itinerante. El hecho de que los Goya sean en la capital hispalense no desmerece en absoluto nuestro gran Festival de Cine, que, además, se ha consolidado en su vocación de ser “en español”, con una proyección más que evidente a nivel internacional.

Los números son muy claros, incontestables. En la última edición, los Goya lograron un 20% de cuota de pantalla en televisión y 4 millones de espectadores. Para la edición del año que viene, se calcula un impacto de 50 millones de euros en publicidad, 5 millones directos en la ciudad y 2.500 asistentes.

Málaga es uno de los puntos neurálgicos, de las ciudades importantes del cine español, tiene instalaciones, planta hotelera, talento y la experiencia impagable del Festival de Cine para ser el escenario de entrega de estos galardones.

Es una propuesta en positivo la que realizamos, reconociendo, además, el trabajo del Festival de Cine y de su director, Juan Antonio Vigar. Fue un acierto fusionarlo con el Teatro Cervantes, algo que firmamos en el acuerdo de investidura y que supone ahorro y ha demostrado mejor funcionamiento. Los números salen, las cifras de participación y el prestigio de Málaga van al alza y los eventos dedicados al cine durante todo el año son muchos. Ahí están el MaF (música, poesía…); el Screen TV (series) y el Mosma (música de cine). Es el momento de abandonar los localismos y lo partidista y ponerse manos a la obra.

Artículo publicado por Juan Cassá en Viva Málaga, el martes 24 de julio de 2018