El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Málaga, Juan Cassá, ha querido esta mañana lanzar un mensaje claro sobre una línea de trabajo que se ha fijado la formación naranja: “Queremos que Málaga se convierta en una ciudad que adquiera el compromiso del sacrificio cero de animales en su parque zoosanitario. Creemos que es viable económica, técnica y jurídicamente y que el primer paso que hay que dar es el del compromiso político”. En este sentido, y en aras de marcar en la agenda política esta prioridad, C’s llevará una moción al pleno del mes de octubre en la que se pide también dejar sobre la mesa la nueva ordenanza, que está en fase de alegaciones. En la iniciativa, se contempla, además, llevar a cabo campañas para fomentar la tenencia responsable y las adopciones.
La prioridad del sacrificio cero, según ha expresado el portavoz, debe ir acompañada de toda una estrategia para una mejor gestión del parque zoosanitario, que tiene un presupuesto anual aproximado de 1,6 millones de euros. “Hemos activado un equipo de trabajo bien asesorado por técnicos para desarrollar toda una batería de acciones para mejorar el parque zoosanitario. En las próximas semanas, se lo presentaremos al equipo de gobierno para trabajar codo con codo en esta línea. Para ello, nos parece clave dejar sobre la mesa la ordenanza animal, que está en fase de alegaciones, y sobre la que ya saben que Ciudadanos registró toda una batería de enmiendas”, ha explicado.
Para reforzar su postura, Cassá ha señalado ejemplos a seguir en esta materia, lugares en los que, por la vía legal o de los hechos, se consigue el sacrificio cero. Es el caso de Portugal, Cataluña, Madrid, Alicante o Zaragoza. “Málaga tiene que formar parte de ese club de ciudades con sacrificio cero”, ha apostillado, al tiempo que ha asegurado que cada mes se sacrifican un promedio de 60 mascotas en la ciudad.
Base jurídica
El técnico municipal Ignacio Villena, uno de los integrantes del referido equipo de trabajo, ha lamentado que España ostente el dudoso honor de encabezar el ranking europeo en cuanto a abandono y sacrificio de animales de compañía. “Normalmente, todos los animales que acaban en el centro zoosanitario se encuentran en condiciones de abandono, en muchos casos son víctimas del maltrato y no se encuentran identificados por el preceptivo microchip”, ha dicho.
Villena es tajante a la hora de referirse a los instrumentos con que cuenta el Ayuntamiento para conseguir el sacrificio cero: “Este consistorio tiene capacidad normativa para decidir adoptar la prohibición de sacrificar perros, gatos y hurones excepto por motivos humanitarios y sanitarios”
El asesor ha realizado un repaso de las normativas municipal, autonómica y nacional, en este último caso muy centrada en atajar el maltrato y el abandono.
Así, el Parlamento autonómico de Andalucía fija en la Ley 11/2003 que corresponderá a los Ayuntamientos la recogida y transporte de los animales abandonados y perdidos, debiendo hacerse cargo de ellos por un plazo mínimo de 10 días hasta que sean cedidos o, en último caso, sacrificados. “Pero aquí hay una observación importante: no se obliga a hacerlo”.
El proyecto de Ordenanza de Bienestar, Protección y Tenencia Responsable de los Animales del Ayuntamiento de Málaga, aprobado por Junta de Gobierno Local del 12 de agosto de 2016, que se encuentra actualmente en período de alegaciones por parte de la sociedad civil, y al que Ciudadanos presentó alegaciones igualmente, contempla, en su artículo 27.4 que “los propietarios de los animales abandonados y perdidos acogidos en el Centro Zoosanitario Municipal tendrán un plazo de 10 días para rescatarlos, transcurridos los cuales los Servicios Municipales procederán a la cesión de los mismos o, en último caso, a su sacrificio”.
Que los animales no sean considerados ‘cosas’ jurídicamente
Villena ha recordado que, recientemente, el grupo parlamentario de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados presentó una proposición no de ley en la que se instaba al gobierno de la nación “a que promueva las reformas legales necesarias para crear una categoría especial en el Código Civil que ubique a los animales de compañía fuera de la masa patrimonial a todos los efectos legales, de forma que resulten inembargables, absolutamente indivisibles en situaciones de comunidad, e intransferibles en negocios onerosos”.