El Grupo Municipal de Ciudadanos ha logrado que el Pleno apruebe una iniciativa para que la Junta se comprometa con un calendario claro para acometer la EDAR Norte de la ciudad. En la moción también se insta a la Junta a que impulse -mientras no se acomete la futura EDAR- medidas correctoras (oxigenaciones de cauces, derivación de caudales, usos agrícolas si proceden o las que los técnicos estimen) que minimicen el impacto de los vertidos al Guadalhorce.
La estación depuradora de aguas residuales (EDAR) Norte de Málaga acumula ya cerca de una década de retraso y forma parte de las más de 40 plantas que la Junta de Andalucía debe acometer todavía hoy en la provincia. De nada sirve que toda la franja costera a excepción de Nerja (cuyas obras acomete el Gobierno central y están en marcha) cuente con buenos sistemas de saneamiento si hay zonas y núcleos importantes como el bajo Guadalhorce que no lo hacen y dichos vertidos discurren por los cauces hacia el mar. Todo el programa de depuración, sobre el papel, tendría que venir financiado por el canon de saneamiento, un impuesto que lleva recaudados más de 90 millones de euros en la provincia. Y, en el caso de la EDAR Norte, no debería ser una excepción. La necesidad de esta depuradora fue tratada incluso por el Defensor del Pueblo Andaluz en una resolución que data de mayo de 2015. La conclusión del informe es contundente: no habrá vertido cero en Málaga en tanto no se resuelva esta actuación.
Aquel expediente fue incoado de oficio a raíz de las disputas entre este Ayuntamiento y la Junta por la decisión autonómica de rebajar casi a la mitad la capacidad de la futura planta. En concreto, de unos 80 millones de euros de inversión y 500.000 habitantes, se pasó a 35 millones y 270.000. La nueva depuradora recibirá las aguas residuales de los núcleos de Alhaurín El Grande, Alhaurín de la Torre, Cártama, así como 20.000 metros cúbicos diarios de Málaga, según la propuesta de la Junta. Emasa, en cambio, pide volver a los 100.000 metros cúbicos diarios del proyecto original, lo que daría un respiro en el tiempo de al menos hasta 2032. El referido informe aseguraba que ya había por entonces 14 millones de euros recaudados por el canon de saneamiento.
El Grupo Municipal de Ciudadanos contempla con cierta preocupación que el próximo fin de los colectores de Cártama y Alhaurín El Grande, cuyas aguas residuales, en tanto no esté ejecutada la EDAR Norte de Málaga, irán a parar a un mismo punto del Campanillas, afluente del río Guadalhorce, con el consiguiente y claro perjuicio ambiental, dado que, en un punto tan bajo del cauce, la capacidad de autolimpieza del río es casi nula. Los efectos medioambientales se harán notar de manera muy destructiva. Hay que tener en cuenta que todo el cauce del río tiene una importancia fundamental por la variedad de especies de peces que alberga y que apenas unos kilómetros río abajo está el Paraje Natural Desembocadura del Guadalhorce, Espacio Natural Protegido por la Ley 2/1.989, de 18 de Julio.
Actualmente el vertido de los distintos municipios del Valle del Guadalhorce se realiza directamente, y sin depurar, al río. Así, Cártama, Pizarra y Álora, vierten, de manera difusa, sus aguas residuales. No así Coín ni Alhaurín El Grande, que por su lejanía al Guadalhorce, no lo hacen en dicho río, aunque sí en algunos de sus afluentes – en el caso de Alhaurín El Grande, entre otros, al Arroyo del Cura –, con lo que, finalmente, los residuos terminan llegando al mismo, si bien al haberse producido la sedimentación de las partículas mayores y al haber cierto recorrido, el tramo bajo del Guadalhorce no resulta demasiado perjudicado.
Esta iniciativa se viene a sumar a una Proposición No de Ley presentada por Ciudadanos en el Parlamento andaluz para que la Junta declare urgentes las obras pendientes y las acometa con cargo al referido canon, cuyo recaudación y destino de los fondos debe, además, detallar.