Es muy gratificante ver cómo el empeño de Ciudadanos por abrir a la ciudad ese gran pulmón verde y símbolo que es el Monte Gibralfaro empieza a dar sus frutos y las primeras obras para fomentar su uso ciudadano son ya una realidad.

Se trata de una apuesta medioambiental ambiciosa y a largo plazo que se ha convertido en una de las banderas de Ciudadanos durante este mandato y de la que, personalmente, me siento muy orgulloso.

Gracias a una inversión de más de 450.000 euros hemos rehabilitado caminos y senderos; mejorado el mobiliario urbano, talanqueras y aludes del parque forestal para favorecer el drenaje de aguas tras lluvias torrenciales y prevenir la erosión del monte. Siempre, de una forma sostenible y respetuosa con el entorno y su biodiversidad.

Las políticas de reforestación de parques han sido, año tras año, acuerdo tras acuerdo, un eje prioritario en nuestras negociaciones. También en Gibralfaro, donde hemos acabado con las especies invasoras, repoblando nuestro monte con 505 almendros, 775 algarrobos, 510 acebuches, 1.250 lentiscos, 270 aladiernos y 500 herbáceas y otras arbustivas. Málaga necesita árboles como agua de mayo.

Este espacio natural urbano cuenta a partir de ahora con una nueva zona social en el acceso desde Pinosol, en la trasera de calle Victoria de la que disfrutarán, especialmente, los más pequeños, con columpios, tirolina, mesas para hacer picnic, aparcabicis…

Y esto sólo es el primer paso. La rampa de salida hacia ese Gibralfaro que queremos, parte de este corredor natural hacia Monte Victoria y los Montes de Málaga. Trabajaremos incansables hasta hacer realidad, por ejemplo, esa conexión entre Mundo Nuevo y calle Agua por las traseras de la calle Victoria y con una senda a media altura que pretende realzar el valor histórico del monte.

Nos ilusionará especialmente ver la conexión entre Gibralfaro y Monte Victoria a través de un falso túnel que cruzará en un futuro la calle Ferrándiz en el que está previsto plantar especies vegetales que contribuyan a la comunicación medioambiental de ambos ecosistemas.

Desde aquí invito a todos los malagueños a que se acerquen a disfrutar de este entorno privilegiado, a un paso del centro, que paseen y se pierdan entre sus senderos, que respiren aire puro junto a los suyos en esta atalaya que ha sido testigo del devenir de nuestra ciudad. Gibralfaro es corazón e historia de Málaga.

Artículo publicado por Juan Cassá en Viva Málaga, el martes 19 de febrero de 2019