Uno de los proyectos culturales marcados en nuestra agenda política es la ampliación del Albéniz que, además de ser necesaria desde el punto de vista del cine y las artes, lo es para regenerar un entorno degradado en pleno Centro de Málaga. Acotamos un espacio que visualmente se puede entender con más facilidad subiendo a la pasarela-mirador de la Alcazaba y Teatro Romano, desde Mundo Nuevo o desde la entrada de vehículos al parking en sentido túnel. En todos estos ángulos, se divisan una serie de naves desordenadas, un gran descampado y vallados metálicos. Todo, tras el Albéniz y sus edificios colindantes. Es necesario cerrar el círculo y completar la transformación de esta zona.

En el plano funcional, el cine se ha quedado pequeño. Es difícil encontrar oferta cultural con más feligresía (18.000 socios). En el Albéniz se programa mucho y muy bien. Pasear por Alcazabilla ofrece siempre la oportunidad de entretenerse a admirar la mejor cartelera de la ciudad, lastimosamente reducida a veces a unas pocas sesiones por película debido a los reseñados problemas de espacio.

Tenemos proyecto y tenemos el visto bueno de la Consejería de Cultura para acometer esta intervención cubiforme calculada en 2,5 millones de euros y cuyo ámbito es de 1.500 metros cuadrados. El valor del espacio nos obligará a realizar excavaciones arqueológicas previas y el nuevo edificio albergará la sede de la Málaga Film Office y contenedores empresariales a disposición de los creadores audiovisuales locales.

Si analizamos el proyecto en el contexto geográfico de esta ladera posterior del Monte Gibralfaro, hilaremos un discurso transformador muy claro. Hablamos de un sector urbano en el que se ha peatonalizado con éxito Alcazabilla; abierto al público por iniciativa de Ciudadanos la pasarela-mirador antes referida (faltaría activar el acceso por la calle Pozo del Rey); está próximo a caer en estos días el viejo edificio de los cines Astoria y Victoria; se prevén varios hoteles y nuevos edificios; se van a abordar por parte de la Junta nuevas excavaciones para mostrar en todo su esplendor las piletas de gárum junto al Teatro Romano; está proyectado en el Plan Especial del Monte Gibralfaro conectar con un paseo histórico a media ladera las calles Mundo Nuevo y Agua para rehabilitar las traseras de la calle Victoria, una vía que a lo mejor algún día puede ser semipeatonal… Cosas del cine, que invita a soñar. Aunque sea con lucidez.

Artículo publicado por Noelia Losada en Viva Málaga el 5 de septiembre de 2019