Quiero acordarme de decenas de miles de malagueños que añadís a estos difíciles días de pandemia el doloroso trance de no salir a vivir la Semana Santa 2020. Este año triste dejáis encerrados esos nervios, esa ilusión, esas ganas por estrenar y ese constante mirar la previsión del tiempo. Nuestra Semana de Pasión trasciende de lo religioso y es un gigantesco acontecimiento cultural, social y económico.
Quiero acordarme, claro, de los cofrades, que preparáis todo el año con mucho mimo vuestras salidas procesionales. Supisteis estar a la altura en cuanto la crisis del coronavirus arreció. Y sabréis mirar al futuro con esos valores que tanto conocéis: esperanza, solidaridad, entrega, unidad, valentía, esfuerzo…
Quiero acordarme de cada cofradía de esta ciudad. También las de barrio y las no agrupadas. De cada hombre o mujer de trono, nazareno, albacea, capataz, hermano mayor o mayordomo. Quiero recordar que las hermandades tenéis vuestra razón de ser los 365 días del año y que sois un eje vital de nuestra sociedad, con proyectos solidarios como los economatos, fundaciones… Y en esa ventana siempre abierta a Málaga está vuestra fuerza y sentido. Más pronto que tarde estaréis procesionando de nuevo por nuestras calles y dejando que azahar e incienso se mezclen en el aire.
Deseo reconocer el trabajo anual de todas las bandas que acompañáis a nuestras imágenes por nuestra Ciudad del Paraíso. Quiero mostraros mi afecto a artesanos, floristas, bordadores… A cada oficio relacionado con las imágenes, tronos, enseres y el lucimiento de las hermandades en la calle. A cada fabricante de capirotes y guantes. A cada mano que obra un cirio.
Quiero acordarme de los más pequeños, que soportáis estoicamente este encierro forzado. Muchos esperabais con vuestra bola de cera para que siguiera creciendo. No la perdáis. Quiero mostrar mi solidaridad con vosotros, los vendedores ambulantes, que con manzanas de caramelo, refrescos, tambores y trompetas de juguete, limones ‘cascarúos’, palodú y nazarenos dulces conseguíais unos ingresos importantes en estos días.
Quiero detenerme en vosotros los hosteleros y hoteleros y en todos los trabajadores afectados por este revés tan cruel. El impacto de la Semana Santa de Málaga fue el año pasado de 102,7 millones de euros, según un informe de la Cátedra de Estudios Cofrades de la Universidad de Málaga, promovida por la Fundación Lágrimas y Favores. El golpe es muy duro, pero estoy convencida de que el futuro nos depara Semanas Santas florecientes y esplendorosas.
Espero que antes de que acabe el año podáis todos tener un avance en nuestras calles de lo que será un 2021 muy especial, con el centenario de nuestra querida Agrupación de Cofradías.
En mi nombre y en el de todo el equipo de Cs en el Ayuntamiento de Málaga quiero desearos de corazón que todo vuelva a la normalidad lo antes posible.
Noelia Losada, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Málaga y concejala de Cultura, Deporte y Teatinos