Ciudadanos quiere poner fin a los coches de caballos en las calles de Málaga y, para ello, propone intensificar la compra de licencias y medidas de formación y reciclaje para los profesionales del sector. Así lo ha anunciado su candidata a la Alcaldía y portavoz municipal, Noelia Losada, que ha registrado una moción para su debate en el pleno de este mes. La líder naranja ha explicado que las razones básicas para elevar esta propuesta están relacionadas con el bienestar animal. “El bienestar animal es una preocupación creciente en la sociedad. Consideramos que una comunidad es más avanzada cuanto mejor trata a sus mascotas y animales”, ha manifestado. 

“Ciudadanos ha puesto siempre el bienestar animal como uno de los ejes de acuerdos y negociaciones en el Ayuntamiento de Málaga. De hecho, rubricamos un acuerdo que en este mandato ha cristalizado en un logro importantísimo para la ciudad: el sacrificio cero animal en el Parque Zoosanitario, algo de lo que todos debemos congratularnos”, ha añadido Losada, quien ha recordado que el trato a los animales es, además, un debate político de primer orden en estas semanas en nuestro país, dada la aprobación el pasado 9 de febrero de la nueva Ley de Bienestar Animal. 

Al respecto, ha añadido que falta su tramitación en el Senado y está siendo muy controvertida por determinadas lagunas y por los numerosos cambios que supone no solo para quienes ya tienen mascotas sino para aquéllos que quieran tener un animal doméstico. “La nueva ley establece los requisitos y la categorización de qué se entiende por mascota y deja fuera, por ejemplo, a los animales que son considerados de trabajo. Uno de los ejemplos paradigmáticos en Málaga es el de los coches de caballos. No entendemos que podamos moler a trabajar a un caballo en la ciudad y no tenga mayor protección”, ha aseverado.

Desde el pasado mandato, Ciudadanos ha defendido la necesidad de ir sustituyendo paulatinamente los coches de caballos de las calles de la ciudad por otras alternativas como bien podrían ser coches eléctricos. Esto implicaría, además, un reciclaje de los cocheros, que contarán con el apoyo del  Ayuntamiento para que cuenten con alternativas, como los coches eléctricos u otros sistemas de transporte.

Licencias

El descenso de licencias se viene produciendo con la compra de ellas por parte del Consistorio, cuestión que suele llevarse a cabo con instrumentos como las modificaciones presupuestarias. Actualmente, quedan unas 25 licencias operativas (aproximadamente la mitad de las que había hace cinco años). “Ciudadanos consideramos necesario ir terminando con ellas de manera paulatina. La clave es que consideramos que esta labor va en detrimento del bienestar de los equinos, máxime en una ciudad en la que los rigores térmicos y climáticos son cada vez más importantes. Y apostamos por continuar con este rescate, que, aunque no es nada sencillo, consideramos necesario. Somos claros al respecto: los coches de caballos deben ir terminándose en las calles de Málaga por los motivos referidos. En otras ciudades mediterráneas, como Barcelona o Palma de Mallorca, este sistema de transporte turístico ha sido prohibido”, ha sentenciado. 

En la iniciativa, CS argumenta que existen informes veterinarios que han puesto sobre la mesa que la permanencia de los animales durante largos periodos de tiempo de pie, cuando no están circulando, les provoca lesiones en tendones, músculos o huesos. Además, los caballos son muy sensibles a los ruidos y el tráfico rodado les produce estrés y problemas adaptativos.

“Retirar estos vehículos turísticos es una tendencia en alza en el mundo: en agosto del 2022, Italia decidió el fin de este negocio. En el país transalpino, las licencias se transformarán en otras para vehículos eléctricos y de taxis. También se están dando pasos en firme en Nueva York, París, Londres, Montreal, Nueva Delhi, Tel Aviv o Las Vegas”, ha argumentado Losado.

En la moción, CS también exige el desmantelamiento progresivo de las caballerizas de Teatinos y que, mientras se alcanza el objetivo de terminar con los coches de caballos en las calles, se redoblen las inspecciones y el control para que el trabajo se preste en las mejores condiciones térmicas y de salubridad posibles.