Es reconfortante ver apuestas de mi equipo plasmadas negro sobre blanco por el bien de Málaga. Los que elegimos este proyecto de Ciudadanos lo hicimos en muchos casos hartos de comportamientos sectarios, hartos de que la política fuera como un partido de fútbol en el que tu equipo es tu equipo pase lo que pase. Queríamos impulsar cuestiones por encima de las siglas. Y cuando en este ecosistema político, difícil y ruidoso, lo conseguimos, nos sentimos muy orgullosos. Acabamos de presentar una iniciativa que parte de un manifiesto profesional y civil, Málaga CODE, que nosotros trajimos al terreno político y que el concejal de Innovación, Mario Cortés, vio desde el primer momento aunque la idea viniera de otra formación. Luego, encontramos el interés del colegio de ingenieros técnicos en Telecomunicaciones y de la propia Junta.
No ha sido por lo tanto fácil que esta idea vea la luz con los 175.000 euros que detrajimos del Málaga Valley para enfocarse a que chavales de todos los distritos de la ciudad, 10.000 en total, se formaran en informática y robótica. Queremos contar también muy mucho con los profesores (vamos a formar a 120) y, como es lógico, con los padres. Ya hay 113 solicitudes para casi 500 talleres. Y esto no ha hecho sino arrancar.
Nos parece una estrategia de ciudad, tendente a crear el caldo de cultivo para que el día de mañana la I+d+i ocupe un papel central que permita diversificar la economía local. Que Málaga siga dando pasos de gigante en tecnología tiene que partir desde abajo. Pero no sólo para animar a los chavales a que sean ingenieros. En el futuro, puede que la programación sea como el inglés hoy, algo sustancial en entornos laborales tan dispares como el periodismo o la medicina.
Desde la semana pasada, no han parado de llamar a nuestro grupo compañeros de otras ciudades interesándose por la iniciativa. La quieren exportar. Nos ocurre con cierta frecuencia, pero, en este caso, creo que el recorrido puede ser el que las administraciones se propongan. ¿Por qué no incluir la programación y la robótica en ese futuro pacto por la educación? Se trata, sin duda, de disciplinas que favorecen la lógica, la resolución de problemas, la creatividad y el trabajo en equipo. En Estados Unidos y Japón hace ya tiempo que se dieron cuenta.
Artículo publicado por Juan Cassá en Viva Málaga el martes 11 de octubre de 2016