El Grupo Municipal de Ciudadanos ha sacado adelante una moción para instar a la Junta de Andalucía a que retome la idea del azud en el río Grande y que, por lo tanto, éste sea incluido en su agenda política y de prioridades en materia hidráulica. En la iniciativa defendida por el viceportavoz naranja, Alejandro Carballo, también se pide establecer contactos con el Gobierno central y demás instituciones implicadas para iniciar los trámites correspondientes.
La política hidráulica en España ha atravesado por una coyuntura compleja durante los últimos 16 años. El Plan Hidrológico Nacional no acertó a desarrollar todo su potencial en provincias como la de Málaga y fue derogado en 2005. Uno de los aspectos cruciales que presentaba era el referido al aprovechamiento de los caudales del río Grande, afluente más importante del Guadalhorce, cuya calidad es de las mejores de la provincia. En un principio, se proyectó una presa de unos 25 hectómetros cúbicos que desde un primer momento contó con la máxima oposición de agricultores, organizaciones ecologistas y alcaldes de la comarca. Años más tarde, dicha idea fue sustituida por la del azud, una pequeña presa de derivación, encaminada a captar y conducir caudales, con un impacto ambiental mínimo y un coste muy inferior, como es lógico, al que hubiera tenido la presa inicial. La Junta también enterró este proyecto, sin embargo, hace unos días, C’s leyó con optimismo unas declaraciones del director general de Dominio Público Hidráulico, Juan Serrato, quien habló de que la Consejería de Medio Ambiente abogaría por reflotar el proyecto del azud.
El proyecto es importante en una doble vertiente. Por un lado, se calcula que Málaga podría beneficiarse de un extra de 20 hectómetros cúbicos al año, lo que, en términos de consumo, puede suponer un colchón de 3-4 meses. Por otro, si bien por sus dimensiones no es decisivo, contribuiría mucho a regular los caudales Grande-Guadalhorce en situaciones delicadas y de tromba de agua como las vividas en el primer fin de semana de diciembre. Ese azud, según los documentos técnicos consultados por Ciudadanos, tendría una capacidad de 0,2 hectómetros cúbicos, que algún impacto positivo podrían tener para gestionar momentos punta en cuanto a precipitaciones. El proyecto del azud, además, según todos los estudios previos, supondría un escasísimo impacto ambiental y además permitiría mantener un caudal ecológico más que adecuado para no perjudicar a las especies autóctonas ni a la recarga de pozos. En este sentido, las previsiones de explotación apuntaban, además, a que durante los periodos de verano no se producirían derivaciones aguas abajo. La financiación correría a cargo tanto de Acuamed, como de la Junta de Andalucía y se aportarían fondos europeos.